Su historia está unida a la del séptimo arte desde que Charlton Heston revolucionara la localidad de Torrelobatón, allá en 1955, durante el rodaje de “El Cid”. Tan sólo un año más tarde, exactamente el 20 de marzo de 1956, comenzaba a rodar la entonces llamada “Semana del cine religioso” uniendo su celebración a la única y reconocida Semana Santa de Valladolid, la primera en ser declarada de Interés Turístico Internacional. Una lanzadera que ha evolucionado y cambiado con el tiempo hasta ser valorado, hoy, como una de los festivales internacionales de cine de autor e independiente más consolidados del mundo.
Esta Semana de cine y religión pasaría en 1973 a denominarse Semana Internacional de Cine de Valladolid para, actual y coloquialmente, ser conocida como la SEMINCI, un destacado en la agenda cultural vallisoletana y entre las 25 propuestas culturales de España (2019) como así lo ha constatado el Observatorio de la Cultura de la Fundación Contemporánea.
La SEMINCI, que tiene previsto celebrar su próxima edición del 23 al 30 de octubre, es santo y seña de una ciudad cuyos ciudadanos, grandes aficionados al cine, acostumbran a llenar las salas de proyección, “peleándose” por conseguir las mejores entradas.
Valladolid va de cine porque su Universidad creó, en la década de los sesenta del siglo pasado, la primera Cátedra Universitaria de Cinematografía de España, por la que han pasado como enseñantes los más importantes maestros del cine. Y, porque en estos tiempos, esta misma institución ha incluido entre su oferta de master uno dedicado al CINE; una muestra más de la intensa relación que une a esta apasionada ciudad con este ARTE.
Si a estos ingredientes, le añadimos el interés de los gestores del turismo de la ciudad de publicitar la misma a nivel nacional e internacional como el escenario idóneo para la realización de todo tipo de rodajes, el resultado es la creación de la Valladolid Film Office, una Oficina desde la que apoyar y promocionar la realización de todo tipo de rodajes audiovisuales, que funciona como “ventanilla única” para la resolución de permisos, contactos entre profesionales, búsqueda de localizaciones, etcétera.
El turismo cinematográfico, que busca satisfacer las necesidades del viajero atraído por pisar los mismos escenarios que los protagonistas de sus películas favoritas, es un buen antídoto para desestacionalizar la demanda turística a través de una atractiva oferta cultural, igual que lo es FITUR CINE como feria sectorial en la que la VAFO –Valladolid Film Office- participa como fórmula promocional y como decorado para presentar su recién adquirido título de Ciudad Creativa de Cine por la UNESCO. Un reconocimiento avalado por histórica, intensa y ferviente relación de Valladolid con el séptimo arte.
En este año de rodaje como City of Film, coincidente con un estado de pandemia mundial, se han puesto los pilares que sustentan los proyectos y actividades para impulsar Valladolid a través del cine, de la creatividad, lo que augura una unión larga y feliz entre Cine y Ciudad.