Modelo 77 es una Película de suspense, drama y thriller de la mano de Alberto Rodríguez, el director de obras tan conocidas como La isla mínima (2014) y la serie más ambiciosa de la televisión española a manos de movistar+, La peste (2018-2019). El guion de Modelo 77 lleva más de dieciocho años escribiéndose de la mano de Rafa Cobos y el propio Alberto Rodríguez, culminando toda esta historia en 2022, inaugurando el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
España, 1976. Inicio de la democracia en España. Pero la historia no habla de este cambio histórico, sino que se centra en Manuel Gómez (Miguel Herrán) un joven contable que, engañado por el hijo de su jefe, se encuentra con una pena entre 10 y 20 años por robar dinero de la caja fuerte donde trabajaba. Cuando entra en la cárcel modelo de Barcelona, se encuentra con las peores injusticias por parte de la justicia franquista, y a pesar de la transición, parece que nada ha cambiado. Junto a su compañero de celda, Pino (Javier Gutiérrez), ambos iniciarán el germen que dará pie a la creación de un grupo que visibilice la falta de derechos de los presos y buscarán la amnistía tras los cuarenta años de dictadura, buscando un rayo de luz al final del negro túnel.
A pesar de tener grandes caras como elenco del film: Miguel Herrán, Javier Gutiérrez, Fernando Tejero o Jesús Carroza entre otros, nos encontramos con actuaciones magistrales tanto en los personajes principales como secundarios, donde cada personaje brilla en su espacio correspondiente. Ese es el caso de Miguel Herrán y Javier Gutiérrez, radiantes y en estado de gracia, los cuales tienen una trabajada conexión entre ellos y en las historias de sus personajes, teniendo unos personajes redondos y con unos arcos de transformación interesantes y que concuerdan con la historia. Al fin y al cabo, ambos han conseguido llenar de vida a sus personajes y hacerles creíbles a los ojos del espectador. No es nada sorprendente que veamos nominados a la mayoría del elenco de la película de cara a los Goya, ya que su trabajo es minucioso y perfeccionista, espléndido en otras palabras.
La historia es lo más resaltable de Modelo 77, es el arduo trabajo y perfeccionismo que a lo largo de los años ha dado lugar a un argumento sin fallos, que constantemente cumple con las promesas que hace a su espectador dando como resultado un buen sabor de boca. Y para eso, ha sido clave la dirección de Alberto Rodríguez, comprometido con su proyecto hasta el final, como en la mayoría de sus trabajos. Una fotografía bien trabajada, una elección de decorados y localizaciones asombrosa, y un trabajo de investigación histórica impecable, algo heredado de su anterior proyecto, La peste, provocando que el espectador no se de cuenta de ningún fallo, y sintiendo una sensación totalmente immersiva de la época y los temas que trata el film.
El ritmo y la precisión del film son emocionantes y bien trabajados, donde cada acción se corresponde a la anterior, son piezas de dominó que tienen un sentido en su conjunto y es un film que hace reflexionar, encontrándonos tal vez con una de las grandes candidatas a competir por la categoría de mejor película en los Goya. Sin duda, hay pocos fallos a destacar del film como por ejemplo los extendidos diálogos explicativos, pero a pesar de ello, nos encontramos con una película que muestra una realidad oculta y nunca vista dentro del cine sobre los presos españoles del siglo XX durante la dictadura franquista y que posiblemente abra una nueva perspectiva sobre este tipo de temas que no se han tratado hasta ahora.