La industria cinematográfica está compuesta por tres ámbitos: producción, distribución y exhibición. Sin embargo, tanto el mundo de la producción como el de la exhibición son de los más conocidos dentro del conocimiento de una persona promedia, sin saber que, sin la distribución, todo el mundo del cine no sería igual. José Manuel Jara es uno de los productores y distribuidores que permiten que lleguen a nuestras salas múltiples de títulos, permitiendo que el cine sea un arte universal por y para todos.
¿Cómo empezó en el mundo de la distribución y por qué se interesó en ese ámbito del mundo cinematográfico?
El mundo del cine siempre estuvo cerca de mí, pero no fue mi primera opción. Empecé a trabajar en una firma de consultoría estratégica, una de las denominadas BIG FOUR, pero no era algo que me llenase por completo. Justo cuando decidí dejarlo, mi padre, que fue actor y distribuidor de cine, y eestando ya jubilado, me preguntó que por qué no seguía sus pasos, por lo que decidí hacerlo, apoyándome en su conocimiento y experiencia. Empecé compaginando mi salida de la consultoría con la creación de mi primera empresa, Cinetel Multimedia desde 2005 hasta la actualidad, a la que posteriormente siguió MSP, Media Solutions Partners, en 2015.
¿Cómo es el proceso de comprar una película e intentar llevarla a otros países?
El proceso no es fácil, es imprescindible conocer desde dentro el mercado: saber qué títulos hay disponibles, cuáles van a salir, analizar las posibilidades comerciales de distribución de cada película en tu país… Y una vez que se seleccionan los títulos que quieres, se debe negociar con el productor o con un agente que tiene la licencia para poder distribuir la película en tu país. La licencia puede tener diferentes tipos de derechos y la distribuidora ofrece lo que puede pagar para tener cierto rendimiento comercializando la película en las diferentes ventanas. Lo habitual es comprar las licencias por un periodo de tiempo determinado y unos derechos concretos, y en el caso de España tratas de venderlo tras haber realizado, en la mayoría de las ocasiones, su doblaje al castellano. Una vez que se acaba este proceso se intenta tratar de colocarlo en las máximas ventanas posibles como salas de cine, plataformas online… aunque nuestra actividad está más focalizada en el ámbito televisivo, si bien todo depende del título y los réditos comerciales que crees puede dar, llevándolo de este modo, a una ventana de explotación u otra.
Interviene entre el ámbito de la producción y la exhibición, cuando tienen un título ¿cómo decidís en qué ventanas se debe mostrar?
Depende más bien del título, cuando es comercial y tiene un gran potencial tratamos de lanzarlo en el máximo número de salas posibles como primera ventana. Pero uno de los grandes problemas es que llevar una película a la gran pantalla exige una inversión muy fuerte, por eso depende del título. Si es un título más autoral o de género pues lo más sensato es elegir salas concretas que den un espacio al cine independiente, de autor o de género y si da la casualidad de que es un bombazo, pues se va ampliando el número salas en el territorio nacional. Pero el decidir a qué ventana debe ir una película depende del producto y de las posibilidades de explotación que crea uno que puede tener.
¿Cree que con las plataformas digitales como HBO, Netflix, se está acabando con el sistema tradicional del cine? ¿Cómo está afectando esto a su profesión?
Es un tema complejo, porque si bien es cierto que las plataformas digitales están afectando a la reducción de espectadores en salas, por otra parte, han incrementado las posibilidades de explotación de la ventana del video bajo demanda. El número de plataformas se ha disparado, hay una gran variedadvariedad, pero aúnaun así, no es fácil colocar productos en esas plataformas, también hay que decirlo, nosotros lo hemos sufrido bastante y además se ha abierto una guerra en el mercado que no sabemos cómo va a acabar. Hay muchas plataformas, no todas van a funcionar a largo plazo y habrá movimientos, fusiones… y yo creo que el cine va a seguir teniendo su espacio, por ejemplo, nadie se va a ver el estreno de una nueva película de Star Wars en Disney+ (salvo que no haya otra opción), va a preferir ir a una sala de cine para poder disfrutar de la experiencia de la gran pantalla, y eso solo ocurre con determinados títulos y/o géneros, por ejemplo, el infantil. También esta evolución dependerá de si las plataformas terminan por ampliar sus ventanas hacia el cine y que antes de estrenar en su propia plataforma el producto original vaya a salas. Ya hemos visto algunos ejemplos recientemente, en este sentido. Pero todavía estamos en un momento de incertidumbre que no se sabe que va a pasar.
En cuanto a la visibilidad que tiene España en el mundo de la distribución en otros países comparado con Francia o Italia, ¿qué podría hacer para conseguir una mayor visibilidad de sus productos?
Todo lo que conlleva una distribución internacional no es fácil, depende mucho del tamaño y capacidades de la compañía productora y/o distribuidora que tenga un alcance internacional. Si no se tiene una serie de ayudas, en estos casos, es casi imposible. Recientemente el presidente de RTVE comentó que, entre sus planes, tenían como objetivo potenciar más el producto español fuera de nuestras fronteras, un objetivo muy loable, pero que resulta complicado, a no ser que se trate de grandes producciones que tengan detrás el apoyo de los grandes medios de comunicación. El cine español más modesto está limitado en cuanto a opciones, ya que una distribución internacional exige mucha promoción, marketing y un buen agente de ventas que sea capaz de llevar el producto a todos los mercados, y eso es muy costoso. Hay excepciones como ciertas producciones que tienen detrás a estos grandes grupos que comento, Atresmedia o Mediaset, por ejemplo, y en este caso su proceso de distribución es mucho más sencillo porque ellos mismos van a los mercados, y hacen ese trabajo internacional de promoción y comunicación, pero normalmente son producciones financiadas y levantadas por estos gigantes. Pero si hablamos de niveles de producción o distribución menores eso se complica y se tiene que contar con terceros. Esto supone un coste enorme que al final reduce las posibilidades de vender internacionalmente si no es un producto de altísima calidad y con nombres conocidos.
Ahora mismo en España la distribución de pequeñas películas es casi imposible…
Sí, es muy complicada. Nosotros como distribuidora también tenemos acuerdos de distribución de pequeñas producciones y es casi imposible mover la película si no tienes determinados nombres que respalden la promoción ya sea que el director o que sus actores sean conocidos, por ejemplo. Normalmente la distribución de este tipo de productos se ve reducida a pequeñas cadenas nacionales que necesitan cumplir cuota o que tienen interés en el producto español, porque si no, es imposible. A veces, resulta más fácil acudir a la distribución de estos títulos en plataformas de video bajo demandade algún país latinoamericano para que el producto español se pueda ver, que distribuirlas en nuestro propio país, aunque el beneficio que da es pequeño o escaso. Pero conseguir que se licencie en una televisión a nivel nacional o en las autonómicas si no eres una distribuidora muy relevante y apoyada en títulos blockbuster con cast conocido, no la colocas. Al fin y al cabo, los grandes nombres exigen un presupuesto potente, entonces el distribuidor pequeño lo tiene complicado porque no posee esas ventajas.
Desde su punto de vista, ¿cómo se podría solucionar para que los distribuidores pequeños tuvieran más espacio para promocionar sus productos? ¿A través de subvenciones estatales?
Creo las ayudas deben ir de otra manera, no de forma económica, sino que fueran de apoyo indirecto, puede ser en forma de incremento en aspectos fiscales como acaba de anunciar recientemente el gobierno de País Vasco, donde el incentivo fiscal lo van a aumentar hasta el 60-70%. Es una manera en la que realmente no es una subvención económica al uso, pero sisí de deducción fiscal que va a ayudar a que se produzca más en esta Comunidad, atrayendo a productoras a rodar allí. Otra forma es que haya un compromiso no solo de cuotas en los players del mercado, sino de apoyo al talento. Yo creo que lo que hace falta en España es que se apoye más al talento emergente, e intentar ayudar a que las pequeñas productoras se desarrollen en lugar de que se apoye la viabilidad comercial y probada de las productoras ya establecidas. Creo que el apoyo debe ir ahí, y para eso debe haber un acuerdo en el que no solo se exija cuotas, sino que haya un espacio para pequeñas producciones de autor y/u operas primas que puedan tener ventanas en las que se puedan ver esos productos y donde se prime el talento.
Las televisiones privadas no quieren aumentar el porcentaje de creación audiovisual, ¿cómo se puede fomentar que estos medios apoyen a los pequeños creadores?
Es un proceso complejo donde entran en juego negociaciones importantes, pero también todos sabemos que esas grandes cadenas han obtenido ayudas muy importantes gubernamentales. Yo creo que en esas negociaciones sobre las ayudas debe de haber algún tipo de contraprestación, no solo para que produzcan grandes blockbusteres sino para que se vean obligados a dar un espacio a producciones menores y a nuevos talentos, ya que si no se dan oportunidades es difícil que se desarrolle el mercado español y se genere industria. Creo que de esta manera la industria audiovisual española sería mucho más potente, aquí y fuera.
Distribución se suele encargar de la parte de publicidad y la promoción de la película, ¿cómo es actualmente el proceso de distribución desde que se recibe el producto?
Realmente nosotros cuando hacemos un gasto en publicidad, en marketing o comunicación, lo que hacemos es apoyarnos en terceros. Nosotros no tenemos un departamento de marketing y contamos con gente externa, ya sean agencias de medios y country managers que gestionan ciertos aspectos del marketing, publicidad y redes sociales, porque creemos que nos debemos enfocar en el mundo de la producción y distribución y no somos tan grandes como para contar con tantos departamentos. Lo que hacemos es contar con agencias de medios, que coloquen spots en televisión, reseñas en revistas especializadas, hagan notas de prensa, así como los expertos en redes sociales y/o influencersInfluencers para que comuniquen en redes y a sus seguidores, las campañas de nuestros estrenos. Pero es complejo, porque cuando adquieres los derechos de un título para exhibirlo en salas, la productora normalmente te exige una inversión en marketing y publicidad que es dificildifícil afrontar y, en muchos casos, recuperar con la taquilla. La ventaja es que a nivel europeo hay ayudas muy importantes que dan soporte a eso; nosotros por ejemplo hemos estrenado algún título y el país de origen nos ha dado alguna ayuda importante para comunicación, publicidad y marketing y así lanzar ese título en salas españolas. Y creo que eso se podría hacer también en España de una manera mucho más potente, consiguiendo tal vez un mayor reconocimiento del producto español en nuestro país.
Para Media Solutions Partners, ¿qué significa para vosotros el Festival de San Sebastián?
El Festival de San Sebastián, para nosotros es el lugar perfecto de encuentro, un evento que respira cine por todos sus poros. Solemos venir para ver si hay algún producto interesante para adquirir y, sobretodosobre todo, mantener los contactos que tenemos, desde clientes a proveedores porque aquí también vienen toda la industria. Realmente el Festival Internacional de Cine de San Sebastián no solo sirve para adquirir alguna película y visionar posibles adquisiciones, sino para mantener relaciones y verte con gente de la industria, así como ver posibilidades a futuro de próximos títulos, por ejemplo, en cuanto a producción.
¿Cuáles son los mercados en los que se adquieren más títulos?
Principalmente adquirimos títulos en la European Film Market (mercado de la Berlinale), en el Festival de Cannes en concreto en el Marché Du Film, y en el American Film Market de Santa Mónica, LA… pero es una pena que, a nivel nacional, no haya ningún mercado. Siempre hemos pensado que debería haber un buen mercado español, lo hubo hace años en Barcelona, pero ya no. Los grandes mercados europeos son el de Berlín y el de Cannes, pero en lo que se refiere a España, a excepción del Festival San Sebastián, en el que viene alguna productora y puedes adquirir algún título, pero que no es un mercado como tal, sino un festival, no hay un mercado al uso. No es como cuando vamos a Cannes, al Marche Du Film dónde hay un mercado donde toda la industria compra y vende. Pero aquí no lo hay. No creo que San Sebastián debiera incluir también un mercado audiovisual, tal vez ese evento debería hacerse en Madrid o Barcelona, ambos serían dos lugares ideales, por ejemplo, Madrid es ideal por su ubicación geográfica..
En cuanto a distribución, a nivel español, ¿hay muchas distribuidoras o están concentradas? ¿Podría haber alguna solución para que no hubiera un colapso que tenga que cerrar tantas empresas?
En España hay un mercado amplio de distribuidoras medianas y pequeñas donde la competencia es muy grande. Los buenos títulos suelen ser un problema porque hay muy pocos y todo el mundo quiere comprarlos, provocando que se eleven los precios. Actualmente en lo que se refiere al mundo de la distribución, el gobierno da alguna pequeña ayuda para la distribución en salas, pero creo que el modelo de distribución debe evolucionar masmás al de producción, reduciéndose el número de distribuidoras o que surjan distribuidoras especializadas en determinados nichos y géneros. Por ejemplo, hay mucho producto a nivel mundial del género de terror, pero no hay una ventana española para rentabilizar este tipo de títulos, pero además tampoco es un género al uso. Es muy complicado lanzar un título de terror en salas, salvo que sea de una major, y que funcione y luego sea rentable también en el resto de ventanas. En el caso de la televisión este tipo de películas no tienen espacio a no ser que se pongan en un espacio de madrugada, y se venden a precios irrisorios. Realmente creo que las cadenas de televisión deberían arriesgar un poco más, solo quieren el producto que les funciona tradicionalmente y no toman la decisión de probar cosas nuevas. Si arriesgasen, ayudarían a que las distribuidoras pudiéramos conseguir más títulos y abriría las posibilidades de abanico de compra, posibilitando que las distribuidoras podamos sobrevivir y que llegasen al público más títulos, con más diversidad de miras.