Manuel Calvo con su productora Encanta Films fue uno de los que confiaron en la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa, Cinco Lobitos, un drama familiar que se hizo con cinco premios en el Festival de Málaga incluyendo la categoría a mejor película y guion. A pesar de no ser la elegida para representar a España en los Óscar, cualquiera podrá disfrutar de este film en las plataformas Filmin, Movistar + y HBO Max a partir del 9 de noviembre, además de Orange, donde ya está disponible. Las siguientes declaraciones fueron tomadas durante las jornadas del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
¿Qué visión hay que tener para producir una película?
Hay que tener una visión global de lo que significa meterse en un proyecto a largo plazo. En este periodo tienes que dar todo por y para la película, teniéndote que relacionar con mucha gente para llevar la idea a un buen puerto y conseguir que llegue a la gran pantalla. Yo creo que hay que tener una visión resolutiva y paciente, donde hay que saber adaptarse a los tiempos que supone producir una película y entender cómo funciona la industria y el negocio cinematográfico, así como los diferentes elementos que intervienen en la producción de una película. Es importante estar abierto a escuchar y preparado para tomar decisiones, aunque a veces se acierte y otras no.
¿Cómo nació tu amor por el cine?
Realmente fue un proceso paulatino, no fue amor a primera vista. No tenía claro desde joven el dedicarme al cine. De hecho, yo estudié Derecho. En mi caso lo que me motivó a entrar en el mundo del cine fueron las películas que se hicieron en la década de los ochenta, como las películas de Steven Spielberg o Robert Zemeckis. Todas estas películas que vi en la gran pantalla, me marcaron profundamente, aunque simplemente las veía por puro entretenimiento, nunca me planteé dedicarme a esto y tampoco me imaginaba a la gente que había detrás trabajando. Fue más adelante mientras estudiaba la carrera cuando me di cuenta de que realmente no solo quería ser un espectador de cine, quería ser partícipe de él.
¿Cómo surgió Encanta Films?
Pues surgió mientras estudiaba en la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid, en la ECAM. Tras estudiar la carrera de Derecho me di cuenta de que no me quería dedicar profesionalmente al mundo jurídico e hice un máster en producción. Posteriormente entré en la ECAM, en la especialidad de producción. En un principio me surgió el interés por producir cortometrajes de mis compañeros y a raíz de eso me surgió la oportunidad de crear Encanta Films.
Han pasado casi veinte años desde que se fundó Encanta Films, ¿qué hace especial seguir produciendo?
Yo creo que los dedicamos al cine lo que nos mueve es contar historias. Como productor lo que hace especial estar en esta industria es que tienes la oportunidad de poder dar vida a guiones que merecen la pena y ser parte de un deseo de hacer algo que acaba siendo una película. Realmente no somos conscientes del poder del cine, cada película es un pequeño grano de arena que transforma las personas. El cine tiene esa capacidad de emocionar y hacerte pensar, de divertirte o entretenerte y hacer que salgas del cine un poco diferente de como entraste. Poder ser parte del proceso de crear una película, para mí que amo al cine, me aporta muchísimo y hace muy especial el seguir produciendo.
¿Cuál es la marca de identidad de Encanta Films?
Encanta films es una productora unipersonal y al final lo que produzco es el cine que a mí me gusta ver, que creo que es necesario que se vea y que exista. Además de la productora yo trabajo en paralelo como ayudante de dirección y eso dificulta la continuidad en la producción de proyectos. Hasta hace poco Encanta Films era casi un capricho en el que me embarcaba cada vez que me cruzaba con una historia que quería que se contase, normalmente en forma de cortometraje y algunas coproducciones de largometrajes, aunque últimamente esto está cambiando y Encanta Films está cobrando cada vez más peso.
¿Cómo ha sido la evolución de producir cortometrajes a largometrajes?
En realidad, fue una evolución natural y paulatina, no sucedió de un día para otro. En la ECAM, además de aprender cine, lo que se generan son vínculos con otros estudiantes en los que coincides en afinidad personal, gustos cinematográficos… y eso provoca que se generen, a su vez, vínculos laborales, grupos de trabajo. Esa relación entre los propios exalumnos hace que tiremos los unos de los otros para sacar proyectos adelante como cuando producimos La herida (2013). Fue una coproducción con gente de la ECAM. Pero esta colaboración no solo se ha dado únicamente en ese proyecto, esas uniones nos han permitido sacar proyectos difíciles autorales, como El Futuro, de Luis López Carrasco.
¿Cómo conociste a Alauda Ruiz de Azúa? ¿Qué te hizo confiar en su proyecto?
A Alauda la conocí en los tiempos de la ECAM, no éramos de la misma promoción ni de la misma especialidad, pero coincidimos en la realización de un cortometraje, Chatarra, de Rodrigo Rodero, que no era para la escuela, pero que lo realizamos principalmente gente de ésta. Yo estaba de Ayudante de dirección y ella de Script y nos hicimos amigos. Seguimos en contacto después de ese rodaje y cuando hizo su práctica final de dirección en tercero, realizó un cortometraje que se llama Clases particulares. Me lo enseñó y me quedé impresionado, me encantó, tenía muchos de los ingredientes del cine que a mí me gusta y con una calidad totalmente profesional. A raíz de eso yo le dije que cualquier cosa que quisiera hacer que estaría encantado de ayudarle y, así, a partir de Clases particulares todos sus cortometrajes los hemos producido desde Encanta.
¿Cómo recibisteis todo el éxito de Cinco Lobitos en el Festival de Málaga? ¿Fue toda una sorpresa?
Sí, sin duda todo lo que ha sucedido con esa película ha sido sorprendente y mágico al mismo tiempo, porque hay tantas películas que se intentan sacar adelante cada año que es un lujo ya solo haber conseguido llevarla a la gran pantalla. Producirla ya es bastante complicado, poco menos que un milagro, por lo que, partiendo de esa base, es increíble todo lo que ha venido detrás en lo que se refiere a reconocimiento no solo de premios sino también por parte del público y la crítica. A nosotros no deja de sorprendernos todo lo que está pasando. La última gran sorpresa ha sido que Cinco lobitos ha sido seleccionada como una de las tres películas que optaban a ser presentadas por la Academia para los Óscar 2023. No fuimos elegidos, pero para nosotros ser una opción para representar el cine español fue una enorme alegría. Nos encontramos en un año buenísimo para el cine español, con un gran nivel de calidad, y estar entre esas tres películas seleccionadas ha sido un sueño.
¿Cuál ha sido la parte más difícil de producir de Cinco Lobitos?
Todo ha salido bastante bien en general, no ha habido grandes dificultades. El mayor hándicap lo teníamos muy claro desde el principio, antes de afrontar la producción, que era el rodar con bebés. Todos los rodajes están llenos de imprevistos y son difíciles de controlar por mucho que se intente, pero rodar con bebés añadía fue un foco de atención importante durante la preproducción para tenerlo lo más controlado posible. De hecho, tuvimos siete bebés para hacer las tres edades del personaje de Jone, por si nos fallaba alguno, no tener que parar el rodaje. Además, eran necesarios varios bebés por las restricciones de número horas de rodaje, por otro lado, totalmente lógicas y, por lo tanto, hicimos un plan de rodaje en función de todos esos elementos. Era una dificultad añadida, pero éramos muy conscientes de lo que significaba rodar con bebés reales en cuanto a verdad para la película. Alauda, muy inteligentemente, jugó a favor en torno a este elemento, aprovechando los estados de los pequeños e interactuando con ellos en función de esos momentos e improvisando todo lo necesario para que funcionasen las secuencias.
¿Cómo fue el proceso desde la preproducción hasta la postproducción? ¿Cuántos meses tuvisteis para hacer la preproducción?
Una vez que tuvimos la financiación cerrada, decidimos las fechas de rodaje y planteamos cinco semanas de rodaje, para las cuales se requerían unas ocho semanas de preproducción. Al principio se incorporó una parte del equipo, como la directora de producción, y el jefe de producción además del localizador, la directora de arte y obviamente la directora. Según avanzaban las semanas de preparación se fueron incorporando paulatinamente más miembros del equipo. En lo que se refiere al planteamiento del rodaje se modificó ligeramente, pues en un principio se planteó rodar una semana en Madrid, aunque fueron en realidad una semana y dos días, teniendo finalmente un rodaje de cinco semanas y dos días, del 1 de julio al 8 de agosto de 2021. Las otras cuatro semanas se rodaron en País Vasco, en tres localizaciones de Vizcaya: el interior de una casa en Baquio, los exteriores del pueblo en Mundaka y un hospital en Bilbao. En cuanto a la postproducción, desde que acabamos el rodaje a principios de agosto hasta que obtuvimos la copia definitiva final pasaron cinco meses. Se terminó prácticamente en Navidades del 2021, y se estrenó internacionalmente el 11 de febrero de 2022 en el Festival Internacional de Cine de Berlín. El estreno nacional fue en marzo en el Festival Málaga, estrenándose en salas el 20 de mayo.
¿Cómo manejaste desde Encanta Films la coproducción? ¿Es complicado coordinarse con varias productoras?
Hay muchos casos de coproducciones en las que no hay nada de feeling o entendimiento entre las diferentes partes. Éste no fue para nada el caso de Cinco lobitos. La experiencia ha sido magnífica y muy fácil junto a Marisa Fernández Armenteros, Nahikari Ipiña y Sandra Hermida. Ha sido un lujo trabajar con ellas, son de las mejores productoras de este país y he tenido la suerte de compartir y aprender de ellas a través de este proyecto. Deseo, sin duda, que en un futuro tengamos más películas y proyectos en común.
Al ser tanto trabajo ¿cómo os coordináis entre las productoras, cada una se ocupa de un ámbito de la producción?
Todos estábamos involucrados en todo, en cada email que se enviaba todos estábamos al tanto, todas las decisiones que se han tomado han sido por consenso y todos sabíamos lo que se iba a hacer en cada momento. Creo que esa ha sido la clave del éxito del proyecto y aunque si bien es cierto que cada productora tenía su fuerte, yo por ejemplo por mi faceta como ayudante de dirección, controlo más todo lo que se refiere a la preproducción y el rodaje, hemos sabido aprovechar los fuertes de cada uno y remar hacia el mismo objetivo. Gracias a esto en este proyecto he aprendido más sobre aspectos de postproducción, promoción y ventas, con los que no estaba tan familiarizado, siendo una experiencia enriquecedora como productor.
¿Hay nuevos proyectos en Encanta Films? ¿Alguno con Alauda?
Aún no puedo desvelar nada, pero el futuro es prometedor.