Ya es oficial, la cuenta atrás del prestigioso Festival de Cannes ya ha cobrado forma presentando el cartel que será la cara de la 76 edición. La protagonista, Catherine Deneuve, icono del cine francés con grandes películas como Los paraguas de Cherburgo (1964), Belle de jour (1967) o Peau d’âne (1970) es la elegida para representar a esta edición.
Catherine Deneuve es la representación perfecta de lo que significa el cine: reinvención, experimentación, creación y arte. Ha sido musa de grandes cineastas como Jacques Demy, Agnès Varda, Luis Buñuel, François Truffaut, Marco Ferreri, Manoel de Oliveira, André Téchiné, Emmanuelle Bercot o Arnaud Desplechin. Deneuve es un lazo entre el cine y los cineastas del pasado y los del presente.
Desde hace más de 60 años, nunca ha dejado de rodar, aceptando diversos trabajos de todo tipo y atreviéndose con contratrabajos o primeras películas de directores novel. Sin duda, es un emblema del cine francés, compartiendo de esta manera los valores del Festival: cine de autor, pero también cine popular de calidad.
Catherine Deneuve es una cara conocida dentro y fuera del cine francés, su primer éxito vino de la mano de Jacques Demy con Los paraguas de Cherburgo (1968), Palma de Oro en 1964. Un año después, fue estuvo bajo el mando de Roman Polanski bajo la película Repulsión (1965), film que ganó el Oso de Plata en Berlín. A estas cintas le siguieron grandes éxitos como Esposa ingenua (1966) de Paul Rappeneau; Las señoritas de Rochefort (1967) de Jacques Demy o Belle de jour (1967) de Luis Buñuel. Esto no fue más que el inicio de una amplia y larga carrera de gloria, participando en obras maestras que no harán más que modelar a la gran artista y estrella que conocemos hoy en día.
Deneuve traspasa todas las convenciones y convencionalismos. Luchadora, con una fuerte convicción en sus creencias. Fue cofirmante en 1971 del Manifiesto de las 343, donde se pedía la legalización del aborto y en 2018 hizo el mismo papel para un texto colectivo en el que un centenar de mujeres rechazaban “el puritanismo, la delación y toda justicia expeditiva”.
Su participación como protagonista en la película Indochina (1992), dirigida por Régis Wargnier le sirvió como nominación al Óscar a la mejor actriz. A pesar de no ganar ese premio, hasta este momento, Indochina es la última película francesa ganadora del Óscar a la Mejor Película Internacional en 1993. Un año después fue vicepresidenta del Jurado que otorgó a Quentin Tarantino la Palma de Oro por Pulp Fiction, una resonada gala de premios con una enorme polémica donde Clint Eastwood le entregó la Palma bajo los abucheos y los insultos de “¡Qué basura!” y “Fascista” con la reacción del director de una peineta que quedó grabada en la historia del famoso Festival de Cannes.
En el año 2000 obtuvo la segunda Palma de Oro de su filmografía por Bailarina en la oscuridad (2000) de Lars Von Trier. Cinco años después obtuvo la Palma de Oro de Honor y en 2008 le otorgaron el Premio Especial del 61 Festival por su carrera artística. El cartel de la 76 edición del Festival de Cannes ha sido creado por Hartland Villa (Lionel Avignon, Stefan de Vivies) a partir de la fotografía de Jack Garofalo durante el rodaje de El amor es un extraño juego (La Chamade, 1968), película dirigida por Alain Cavalier y adaptación de la novela de François Sagan. La imagen fue tomada el 1 de junio de 1968 en la Costa Azul, en la playa de Pampelonne, cerca de Saint-Trovez, mientras se preparaba para interpretar a Lucile, una chica con una vida común y superficial, teñida de desenfado y un gusto por el lujo. En palabras del propio Festival de Cannes: “Su corazón late frenético, apresurado, apasionado. Como el del amor al cine que el Festival de Cannes celebra cada año: se oyen sus pulsaciones vivas y habitadas por todas partes. El corazón del Séptimo Arte, de sus artistas, de sus profesionales, de sus aficionados, de la prensa late a la llamada, al ritmo de la urgencia que impone su eternidad”.
Sin duda Catherine Deneuve es la imagen de la alegría, de la rebeldía y del romanticismo. Su icónico maquillaje de los sesenta junto a su cabellera rubia encarna la magia encandiladora del cine que busca resonar el Festival Internacional de Cine de Cannes a través de este cartel atemporal: reiterar el glorioso pasado del cine y vislumbrar un futuro lleno de promesas, donde el cine es algo obvio y necesario en la vida de los espectadores.